Cerca de medianoche, Mari, sentada a la mesa de un bar-restaurante, se toma un café mientras lee. La interrumpe un joven músico, Takahashi, al que Mari ha visto una única vez, en una cita de su hermana Eri. Mari, que ha perdido el último tren de vuelta a casa y piensa pasarse la noche leyendo en el restaurante, sufre otra interrupción: la encargada de un "hotel por horas" pide que le ayude con una prostituta agredida por un cliente. Entretanto, en la habitación donde la hermana de Mari se ha sumido en una dulce inconsciencia, el televisor cobra vida y en la pantalla empieza a distinguirse una imagen turbadora... aunque el televisor no está desenchufado.