Josef K., el protagonista, es acusado de un delito que nunca llegará a conocer y se ve envuelto en una maraña de la que no podrá salir. Nadie sabe quién dirige los engranajes que propician la detención y el posterior proceso. La situación en la que se encuentra el protagonista, a pesar de ser aparentemente absurda, se nos hace muy verosímil. En la novela aparecen abogados, jueces, ujieres, guardianes... que, en conjunto, dan una imagen impactante de los mecanismos de la Ley y del Estado. En Josef K. irá creciendo un sentimiento de culpa que conllevará su sumisión ante el proceso y que dará lugar al inesperado final del libro.