Primera novela de la serie.
Honora, en su lecho de muerte, escribe al sacerdote que la casó para suplicarle que vaya a recoger a su hija Miranda, de 9 años, y que se ocupe de que tenga una vida adecuada, ya que están en la miseria y se da cuenta de que la niña empieza a robar para mantenerlas a las dos. En la carta (que ocupa toda la novela), Honora relata su historia desde que llegó a la mansión Mowrey como institutriz del sobrino del dueño, hasta que un administrador deshonesto le robó todo lo que tenía.
Romance