Dictator

Dictator Robert Harris




Resenhas - Dictator


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Carlos 12/01/2018

"Hay muertos que en el mundo viven y hombres que viven en el mundo, muertos"

Los dos versos finales del fabuloso poema No son los muertos se aplica perfectamente al personaje central - el protagonista - sobre el cual gira la trama no solo de esta obra, sino de toda la trilogía. Marco Tulio Cicerón, es uno de los más grandes personajes que pobló los convulsos últimos años de la República Romana, una personalidad tan compleja como apasionante, orador consumado (de hecho, el segundo mejor de la antigüedad después de Demóstenes), político sagaz y, en fin, ser humano, un hombre que se ganó a pulso su lugar en la elitista administración romana, uno que gustaría al propio Donald Trump, un, como se dice en la cultura estadounidense, self made man. Un hombre muerto hace siglos, cuya memoria todavía vive y vivirá siempre.

Así hoy, al concluir el volumen que cierra la trilogía, y tras haber esperado años para leer el tercer tomo, puedo decir con total claridad que disfruté cada segundo que pasé leyendo este libro. Robert Harris trata un tema complejo y sobre el cual se ha escrito harto con maestría pues cuenta con un dominio total del tema, fundado en las múltiples fuentes en las que basó su estudio y análisis para construir la trilogía.

El tema es complejo pues si bien el presente libro constituye una obra de ficción, se basa en hechos acaecidos en forma real mucho tiempo atrás. Amén de ello, ha de considerarse que Roma ejerció una influencia fundamental en la configuración de nuestra cultura occidental, influencia que, quienes como yo abrazaron la profesión de abogado tienen harto sabido, no se circunscribe al campo de las Ciencias Jurídicas.

El mérito mayor de la obra de Harris radica en pintar a la, por entonces, toda poderosa Roma, no con una visualización idealizada presente en muchas obras relativas a este tema, sino que al relatar la historia lo hace con sus luces y sus sombras, pudiendo apreciarse a la perfección tanto la grandeza como las miserias de esa Nación, y lo hace con una prosa magistral, fluida, elegante pero no ostentosa ni cargada, y una utilización perfecta de los recursos literarios a su disposición. Harris ha redactado un libro de lectura tan amena que tiene la virtualidad de transportar al lector (al menos en mi caso) al corazón mismo de la historia, sobre todo en los puntos de mayor tensión.

Así, en la que considero una de las escenas más logradas de la novela - la lectura del testamento de Julio César - (no considero como spoiler habida cuenta que se trata de un hecho histórico bien documentado), suspendí la lectura por un momento y, al cerrar los ojos, me vi transportado al gran salón en el cual se celebró el acto, puede imaginar con nitidez las expresiones de todos los intervinientes sobre todo en el momento crítico cuando la Suma Vestal lee la cláusula que habría de cambiar toda historia: la adopción de Octavio (para quienes quieran profundizar sobre el mismo, recomiendo vivamente el libro Augusto: el primer emperador de Anthony Everitt, excelente libro de no-ficción que, para quien gusta de la historia bien contada, es un manjar).

Si bien el libro puede leerse por sí mismo pues no narra nada nuevo (el eje temático ha sido tratado en innumerables ocasiones, la caída de la República Romana) la novedad radica en el punto de vista desde el cual se cuenta la historia, para disfrutar plenamente y tener conocimiento de la manera en la cual los acontecimientos se han ido hilando para dar forma al tapiz resulta conveniente leer los dos volúmenes anteriores Imperium y Conspiración.

Debo decir que la República es el período más apasionante de la historia romana, fue el período en el cual nacieron y vivieron los mejores hijos de Roma, en el cual se destacaron más vivamente los mejores (y también los peores) dirigentes, así para un romanista empedernido, una obra acerca del final de dicho período y los acontecimientos que llevaron al largo gobierno de Augusto, es una delicia y más cuando un autor de la calidad de Robert Harris nos regala una obra sobria, elegante, bien documentada y bien narrada.

Como se diría en buen francés, chapeau M. Harris. Recomiendo totalmente toda la trilogía.
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Carlos 12/01/2018

"Hay muertos que en el mundo viven y hombres que viven en el mundo, muertos"

Los dos versos finales del fabuloso poema No son los muertos se aplica perfectamente al personaje central - el protagonista - sobre el cual gira la trama no solo de esta obra, sino de toda la trilogía. Marco Tulio Cicerón, es uno de los más grandes personajes que pobló los convulsos últimos años de la República Romana, una personalidad tan compleja como apasionante, orador consumado (de hecho, el segundo mejor de la antigüedad después de Demóstenes), político sagaz y, en fin, ser humano, un hombre que se ganó a pulso su lugar en la elitista administración romana, uno que gustaría al propio Donald Trump, un, como se dice en la cultura estadounidense, self made man. Un hombre muerto hace siglos, cuya memoria todavía vive y vivirá siempre.

Así hoy, al concluir el volumen que cierra la trilogía, y tras haber esperado años para leer el tercer tomo, puedo decir con total claridad que disfruté cada segundo que pasé leyendo este libro. Robert Harris trata un tema complejo y sobre el cual se ha escrito harto con maestría pues cuenta con un dominio total del tema, fundado en las múltiples fuentes en las que basó su estudio y análisis para construir la trilogía.

El tema es complejo pues si bien el presente libro constituye una obra de ficción, se basa en hechos acaecidos en forma real mucho tiempo atrás. Amén de ello, ha de considerarse que Roma ejerció una influencia fundamental en la configuración de nuestra cultura occidental, influencia que, quienes como yo abrazaron la profesión de abogado tienen harto sabido, no se circunscribe al campo de las Ciencias Jurídicas.

El mérito mayor de la obra de Harris radica en pintar a la, por entonces, toda poderosa Roma, no con una visualización idealizada presente en muchas obras relativas a este tema, sino que al relatar la historia lo hace con sus luces y sus sombras, pudiendo apreciarse a la perfección tanto la grandeza como las miserias de esa Nación, y lo hace con una prosa magistral, fluida, elegante pero no ostentosa ni cargada, y una utilización perfecta de los recursos literarios a su disposición. Harris ha redactado un libro de lectura tan amena que tiene la virtualidad de transportar al lector (al menos en mi caso) al corazón mismo de la historia, sobre todo en los puntos de mayor tensión.

Así, en la que considero una de las escenas más logradas de la novela - la lectura del testamento de Julio César - (no considero como spoiler habida cuenta que se trata de un hecho histórico bien documentado), suspendí la lectura por un momento y, al cerrar los ojos, me vi transportado al gran salón en el cual se celebró el acto, puede imaginar con nitidez las expresiones de todos los intervinientes sobre todo en el momento crítico cuando la Suma Vestal lee la cláusula que habría de cambiar toda historia: la adopción de Octavio (para quienes quieran profundizar sobre el mismo, recomiendo vivamente el libro Augusto: el primer emperador de Anthony Everitt, excelente libro de no-ficción que, para quien gusta de la historia bien contada, es un manjar).

Si bien el libro puede leerse por sí mismo pues no narra nada nuevo (el eje temático ha sido tratado en innumerables ocasiones, la caída de la República Romana) la novedad radica en el punto de vista desde el cual se cuenta la historia, para disfrutar plenamente y tener conocimiento de la manera en la cual los acontecimientos se han ido hilando para dar forma al tapiz resulta conveniente leer los dos volúmenes anteriores Imperium y Conspiración.

Debo decir que la República es el período más apasionante de la historia romana, fue el período en el cual nacieron y vivieron los mejores hijos de Roma, en el cual se destacaron más vivamente los mejores (y también los peores) dirigentes, así para un romanista empedernido, una obra acerca del final de dicho período y los acontecimientos que llevaron al largo gobierno de Augusto, es una delicia y más cuando un autor de la calidad de Robert Harris nos regala una obra sobria, elegante, bien documentada y bien narrada.

Como se diría en buen francés, chapeau M. Harris. Recomiendo totalmente toda la trilogía.
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Fco EC Arruda 16/04/2018

Uma jornada
É isso que pode ser dito da trilogia, em especial o último volume. O exílio e seu retorno, as duas guerras civis em Roma, a ascensão e queda de César e o surgimento de Otávio. O auge de Cícero que precedeu sua morte. Sua produção filosófica. ... aos amantes de romances históricos, em especial latinistas, fica a lição de toda uma vida. Admirável Marco Tulio Cícero
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Luiz.Goulart 15/09/2021

Cícero sucumbe aos inimigos
Terceiro volume da trilogia mostra Cícero, com 48 anos, o maior orador de sua época, exilado e sem poder político. A única maneira de retornar a Roma é apoiando seu inimigo Júlio César se aproveitando da sua astúcia e habilidade retórica. Mas a união dos seus inimigos levará o notável senador à ruína. Cícero entrou para a História como um orador brilhante e um adversário temido pelos poderosos. Fez alianças e tramou contra homens inescrupulosos, o que o tornou um tipo de herói atemporal.
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