En ‘Niebla’ (1914) –que no es, según su autor, una novela, sino una nivola, para eludir de este modo las responsabilidades del género–, la acción también le sirvió, además, para plantearse el tema de la realidad de los personajes novelísticos. Al final, de un modo que recuerda ciertos hallazgos pirandellianos, el protagonista –el siempre perplejo y lúcido Augusto Pérez– irá a consultar al mismísimo Unamuno sobre su decisión de suicidarse.
Literatura Estrangeira