Amarte es mi destino

Él era su destino...
O al menos eso era lo que pensaba Desdemona Carlyle de Harry Braxton años atrás. Dizzy, como la llama Harry, fue una niña prodigio capaz de leer y escribir una docena de lenguas, que ahora se dedica a traducir antiguos manuscritos. Durante años ha viajado por el mundo mostrando sus habilidades, como si de un mono de feria se tratase, alentada por sus padres. Todo ello le ha hecho desear una vida normal, como la de cualquier otra muchacha. Romántica y soñadora, la impulsiva Dizzy conoció a Harry, el príncipe de los chacales, como ella le llama, cuando se trasladó a vivir a Egipto con su abuelo tras la muerte de sus padres, idealizándolo como si se tratara de uno de los héroes de los libros románticos a los que es aficionada. Hasta que, enamorada de él, decide lanzarse a sus brazos y es rechazada por éste, no sólo debido a la juventud de la muchacha. A partir de entonces, comienza a ver a Harry como lo que es, un hombre de negocios sin escrúpulos y un descarado oportunista, tan sólo interesado en ser su amigo.

Sin duda Harry Braxton es todo eso, pero hay mucho más aún. Siempre ha estado secretamente enamorado de Dizzy, sin embargo, guarda un secreto que le impide reclamar su amor. A pesar de ser un hombre de extraordinaria inteligencia guarda un secreto que le ha avergonzado toda su vida y que le acarreó muchos problemas desde la niñez, así como la expulsión de Oxford. Harry abandonó su país natal, Inglaterra, y en Egipto ha sido capaz de hacerse un nombre como reputado conocedor de la milenaria cultura egipcia, y todos acuden a él en busca de ayuda, ya que es capaz de conseguir casi cualquier antigüedad por rara que sea.

Durante años ha luchado con todas sus fuerzas por no sucumbir a la atracción que la muchacha ejerce sobre él, mostrándose ante ella y ante todos como un cínico sin más interés en la vida que hacer dinero, aunque no es más que una fachada para protegerse y mantener las distancias con Dizzy. Con el tiempo se ha convertido en una especie de protector para Desdemona, y no duda en acudir en su rescate cada vez que se mete en líos, lo cuál es bastante a menudo, debido a la vena impulsiva de ésta. Su última aventura terminó con Dizzy secuestrada en medio del desierto por unos tratantes de esclavos, siendo Harry, una vez más, quien la salvara.

Dizzy ha decidido regresar a Inglaterra por el bien de su abuelo, pues cree que es lo que él desea más que nada en el mundo, y así ver por fin reconocido el trabajo del anciano como un arqueólogo de primer nivel.

Cuando el primo de Harry, Lord Blake Ravenscroft, viaja a Egipto con intención de conseguir que éste le firme unos papeles para lograr el dinero que le es necesario para restaurar la mansión de la familia en Inglaterra, ya que Harry ha sido nombrado heredero en su detrimento, Harry en encuentra con que su primo es todo aquello que Dizzy parece creer desear: el paradigma del autentico caballero inglés, justo lo que él no es. Guapo, educado, bastante estirado, con título y que, además, se muestra muy interesado en Desdemona. La animadversión entre ambos primos es patente, aunque no sólo se debe al interés que Blake demuestra por Dizzy, sino que viene de antaño, cuando ambos asistían al mismo colegio.

Harry debe enfrentarse por fin a sus miedos, y reunir el valor suficiente para contarle a Dizzy toda la verdad sobre él, pues no está dispuesto a perder a la única mujer a la que ha amado y que amará.

Desdemona sigue enamorada de él, pero no piensa dejar que le rompa el corazón de nuevo. De modo que, antes de que puedan estar juntos, Harry deberá hacer comprender a Dizzy que, en realidad, no es un caballero de brillante armadura lo que desea, sino a él, un hombre de carne y hueso con sus virtudes y sus defectos, y convencerla de que la ama y están hechos el uno para el otro. Además deberán luchar contra antiguos enemigos, dispuestos a quitarles la vida, e, incluso, contra la intromisión de un pariente...