Representa el ejemplo relevante de una dramaturgia latinoamericana que ha comenzado a desplegar nuevas posibilidades expresivas, la cual entra a tratar los problemas que atañen a nuestros pueblos de una manera imaginativa y arriesgada.
La obra recrea - con su franco sabor popular - toda la realidad política de República Dominicana: ejército y senadores inmersos en desalojoso campesinos y campañas electorales que nada benefician a las masas desposeídas, de las que Bolo Francisco y los demás personajes que lo rodean, son genuínos exponentes.