Una pasión que no sólo oculta el deseo irrefrenable de los cuerpos, sino también, como todo gran amor, el profundo placer de la ternura.
Los bienes que la vida ofrece, tales como la riqueza o el poder, resultan insulsos ante la insospechada y natural alegría que puede proporcionar la dicha compartida.
Sin embargo, las pasiones, pueden dominar a las personas e inclinarlas a violar los preceptos morales, exponiéndolas a peligros insosprechados.
Así, dos espítitus apasionados, Juan y Aimeé, actuán guiados por sus ardientes deseos, pero secretamente el misterioso destino les deparara otra suerte.
Profunda conocedora de la naturaleza humana, Caridad Bravo Adams logra expresar, a través de sus personajes, el inolvidable y apasionanate encanto que oculta el juego del amor.