Una helada manana de enero de 2006, la policia hace un descubrimiento aterrador: en el pueblecito sueco de Hesjovallen aparecen brutalmente asesinadas diecinueve personas. Ante semejante atrocidad, la policia sospecha que puede tratarse de la obra de un perturbado. Sin embargo, la jueza Birgitta Roslin, en Helsingborg, al leer el suceso se entera de que entre las victimas se encontraban los padres adoptivos de su madre, August y Britta Andren; cuando busca mas informacion, descubre que tambien en Nevada, Estados Unidos, ha muerto asesinada una familia apellidada Andren. Un sospecha comienza abrirse paso en su mente.