El Jorobadito

Nueve cuentos integran El Jorobadito. Escritos contemporáneamente con Aguafuertes porteñas -y publicados en 1933- un Arlt diferente al de las crónicas periodísticas se muestra en ellos. Como en sus novelas anteriores: El Juguete Rabioso, Los Siete Locos, Los Lanzallamas, sus personajes se inspiran en la "moral" nietzscheana del Superhombre, idea que por otra parte gravitó trascendentalmente en la historia de la tercera y la cuarta década del siglo XX. Si consideramos como reducción al absurdo de la desesperada necesidad de existir las actitudes de los protagonistas de estas historias, esos extraños seres "mezcla de inocencia y cinismo" como los definió una vez Antonio Pagés Larraya, será más fácil acercarnos al complejo mundo de Roberto Arlt que anticipa una actitud muy actual: el disconformismo llevado a la instancia de una posición existencial y anárquica. En estos cuentos como en las novelas, está presente el genio de Arlt, su exigencia de un mundo feliz para el hombre acosado -que él siempre fue- para aquél que sufre el doble asalto del mundo exterior y de la torturada vida interior. Imposibilitada la salida por un pesimismo fundamental, Roberto Arlt vuelca sus criaturas literarias en la iniquidad, como única justificación posible del ser, escribiendo en "orgullosa soledad libros que encierran la violencia de un cross a la mandíbula."