Charlotte Brontë aporta a la novela inglesa la conciencia emocional del autor en la bora de ficción, una aportación importante ya en un terreno literario general, de la misma manera que, pocos años más tarde, una George Eliot aportará un nuevo realismo aprendido del positivismo y de la investigación científica. Seguramente la aportación de Charlotte Brontë se consigue a base de un perfecto equilibrio entre una imaginación ardiente y una controlada pasión poética.