Adriana no se rebela ante su condición de prostituta; su temperamento, su belleza, su clase social: todo parece haberla predestinado a ello. Y es esa pasividad moral que determina su paradójica inocencia y la enfermedad del mundo que la rodea. Una novela dolorosa y vital, que Elio Vittorini supo definir como "una conquista de la literatura italiana".
Contos / Ficção