Han sido comprendidas las relaciones entre Europa y América Latina, en el campo de la filosofía, como un legado, bien o aporte cuya recepción fue siempre favorable o positivamente acogido; sin contratiempos, rupturas o diferencias mayores. Para más de un autor, América Latina ha recurrido a esta fuente de inspiración de la cultura occidental en forma permanente. No han faltado autores que han mostrado más bien los diversos cortes, resistencias y oposiciones que se habrían levantado en nuestro quehacer filosófico contra la imposición europea, contra la herencia de recetas y fórmulas que permanentemente exporta el viejo continente. (...) A esta constructiva y ya centenaria tarea, a este reconocimiento y diálogo que en algunos casos alcanzó nivel intercultural, no exento de limitaciones y dificultades, se suma en la actualidad la obra de Gregor Sauerwald quien destaca tanto por generar un clima de diálogo intercultural, como por la continuidad, sustentabilidad y la profundidad del diálogo entre la filosofía alemana y latinoamericana que él ha sabido impulsar como pocos. (...) Junto a los desarrollos últimos de la teoría crítica Sauerwald enfrenta, en crítica y diálogo, una de las escuelas filosóficas latinoamericanas de mayor resonancia a partir de la década de los setenta: la filosofía de la liberación. Sauerwald insiste en la necesidad del diálogo entre el Sur y el Norte y el Norte y el Sur, por el mismo hecho de que estamos viviendo en un global village compartiendo los mismos enemigos y problemas. (...) Mérito suyo también ha sido mostrar la palpitante vigencia de la categoría del reconocimiento, clave en la filosofía política actual en el Norte y que también ha ocupado lugar eminente en la discusión filosófica en el Sur, dentro de la problemática de la filosofía y la praxis de la liberación. En uno y otro caso, los conflictos económicos, políticos y sociales, de acuerdo a su gramática, podrían deletrearse como una lucha por el reconocimiento. De ser así el espacio y el tiempo del reconocimiento podría unirnos y transformarse, ahora sí, en un diálogo que enriquezca a ambas partes.
Sociologia