Cuando Nietzsche escribió «Así habló Zaratustra» su pensamiento estaba en la cima de la madurez y su vida atravesaba una feliz meseta de “salud” creativa. Corrian los años 1883/1885 y residía en el benigno clima de Italia. Esta obra, que nació bajo signos tan auspiciosos, con el paso del tiempo se transformó en la más popular de Nietzsche y, paradojas de la fama, en la más singular y enigmática: en ella no solo encontrarnos lo fundamental de su pensamiento sino también un modo inagural de la filosofía occidental. [colección Caronte]