Los actos pueden también tener sus perturbaciones: o bien se entretienen en una postergación sin término, o bien se escenifican en una mostración amortiguada del impasse que los determina. Una variante también central, en el trabajo clínico, es la maquinaria de lo que se distingue como “paso al acto”, cuyo paradigma más acabado es el suicidio. Para un analista siempre estará abierta la pregunta relativa a su operación ante tales urgencias subjetivas: ¿Qué acto entonces? Así el tema del acto persiste como interrogante fundamental en la entraña misma de la práctica analítica.
http://www.revista.unal.edu.co/index.php/jardin/issue/view/1296