El Eclesiastés, a veces conocido como el “Libro del Predicador”, es uno de los libros sapienciales del Antiguo Testamento de la Biblia, y también del Tanaj. El autor se llama a sí mismo Qohéleth (קֹהֶלֶת) que significa literalmente “el representante de la asamblea”, el vocero, un tribuno de la asamblea del pueblo, que cansado de las ideas dominantes, se decide a tomar la palabra.
Ha sido atribuido tradicionalmente a Salomón porque era habitual atribuir a ese rey cualquier obra filosófica anónima, pero la autoría salomónica es erronea porque el autor dice explícitamente en Eclesiastés 1:12 que en el momento de escribir el libro ya no era rey («fui rey en Jerusalén»), y Salomón murió siendo rey; además el estilo literario y el uso del lenguaje lo ubica en tiempo de los persas de Ciro.