El derecho de soñar es una colección póstuma de varios textos ligados por un principio muy visible: el hombre que aquí habla de Las ninfeas de Monet y de "La Biblia" de Chagall, de Seraphita de Balzac y de la poesía de Eluard —para mencionar apenas algunos de los temas tratados— es, como siempre, el mismo filósofo en cuyo análisis la poesía y la ciencia resultan complementarias; confluencia del sueño y de la reflexión.
Esta obra es el obsequio que un gran escritor concede generosamente a sus lectores, el fruto de sus lecturas y meditaciones, el don de un transfigurador que, no reclamando para sí el calificativo de filósofo, gustaba decir que era solamente un pensador que se arrogaba el derecho de soñar.