La aparición casi simultánea de ‘El mito de Sísifo’ y ‘El extranjero’ reveló al público el talento literario, la sensibilidad ética y la capacidad de reflexión teórica de Alber Camüs, para quien narrativa, teatro, ensayo y periodismo fueron medios alternativos para indagar sobre la complejidad, la ambigüedad y la riqueza de la condición humana y para plantear y debatir los grandes problemas morales de nuestra época. La obra se compone de cuatro capítulos y un apéndice (“La esperanza y lo absurdo en la obra de Franz Kafka”) que estudian, desde enfoques cercanos al existencialismo, esa «sensibilidad absurda» que parece dominar gran parte del siglo XX.