Hijo de la ilustración, nacido en Montpellier en 1748, Faregon soñaba con el sol de Versalles y el boato de la corte. Los conocía sólo a través de la lectura del pormenorizado relato que circuló sobre la llegada a Francia de la archiduquesa María Antonieta de Austria, luego de su casamiento con Luis, delfin del reino de Francia. En Montpellier, capital de la perfumería francesa, Faregon adquirió su habilidad; en París, la transformó en arte.
História / Não-ficção