Dentro de los géneros literarios sumerios, los himnos ocuparon un lugar muy destacado, debido no sólo a su larga tradición oral sino también a su hondo contenido religioso, presente de modo inequívoco en tales composiciones religiosas. Prácticamente, todos los dioses sumerios, los reyes más cualificados, los templos de mayor prestigio y los objectos de preciso contenido sagrado fueron glorificados mediante numerosíssimos y adecuados himnos, cuya rica tipología posibilitaba una gran variedad compositiva e interpretativa.