La personalid gráfica de La Hoz es fuertísima e independiente. Ha madurado en un proceso invisible para nosotros. Invisible y atípico, por lo poco que nos deja saber sobre él. Confiesa no haber seguido el camino casi ritual que recorren los hacedores de comics, aquí y en otras partes del mundo. No ha sido un obsesivo devorador de comics cuando niño, y su contacto con el comic independiente es reciente. Y sin embargo, su desenvoltura en el manejo de esta forma de comunicación visual es impresionante. Ha entendido, sin los privilegios de la experiencia prolongada, qé es el comic y cuán lejos se puede llegar con él. (Conrado Cairo)