"La casa de Bernarda Alba cierra la trilogia de tragedias iniciada con Bodas de sangre y continuada con Yerma. La obra transcurre en un ámbito rural y tiene como protagonistas a una docena de mujeres. Pero el trasunto nada tiene que ver con el costumbrismo ni con la psicologia femenina. El verdadero drama surge de la contraposición entre la ley clara que supuestamente rige en el mundo, y la ley oscura, o de la sangre, que ata con sus lazos inamovibles a quienes residen en ese hogar significativamente descrito por Lorca como 'muy blanco'. En el segundo acto, el hogar adquiere tonos sombríos, que se acentuaran en el tercero, decididamente negro-luto, y que tiene su contrapunto expresivo en la muerte de Adela, la mujer que transgredió las leyes de la sociedad y que paga con su vida tal atrevimiento.