spoiler visualizarPsycho 1052034 07/06/2013
Con un depurado estilo, el mismo que puede alcanzar la conversación de un amigo medio borracho en un bar (y con la música alta) contándote una historia de miedo, Anson sólo asusta cuando intenta, así como en serio, colarnos esta historia como verídica. Miedo porque uno piensa si no será alguno de los de Martes y 13 o de los Cruz y Raya esos oculto bajo seudónimo…
El único interés, a falta de otra cosa, reside pues en la historia, la cual sólo en su tramo final, cuando los acontecimientos se disparan, consigue interesar (pero poco, ¿eh?). No hay personajes (sólo nombres) ni atmósfera (bueno, llueve mucho, pero por lo demás el tío considera suficiente soltarnos unos planos de la casa y arreglao, que cada cual se apañe). Una lástima, porque me encantan las historias de casas encantadas y, de verdad, no hay cosa que me aterre más. El autor se apoya en la veracidad de lo narrado y prescinde del resto, como si con sólo decir que lo que nos cuenta es real ya fuera a interesarnos, como si una novela se construyera sólo cosiendo anécdotas. La parte final da un pelín de miedito, no lo voy a negar la figura en la escalera, el cerdo gorrinín, la niña y la conversación que se nos medio cuenta tiene con éste (qué desaprovechado, por cierto) , pero con anterioridad son tantas las veces que me ha provocado la risa el león de porcelana de acá para allá, la presentación del libro como suceso real… que mentiría si no dijera que me ha parecido un churrete.