La obra de Leopoldo Maria Panero se sitúa en un lugar único dentro del amplio panorama de la lírica española actual. A partir de un concepto de la literatura considerada como una tauromaquia , el poeta se juega la vida en cada verso, en un proceso de imposible equilibrio entre la creación y la autodestrucción que le ha conducido a explorar los terrenos fronterizos de la locura y del horror. En estos Poemas del manicomio de Mondragón experiencias y vivencias psiquiátricas dan pie a una escritura radical, lúcida, terrible, que a nadie puede dejar indiferente.