El horror vuelve a Amityville

En diciembre de 1975 la familia Lutz compró una amplia y confortable casa en las afueras de Nueva York, donde apenas un año antes se había cometido un múltiple asesinato. Comenzó entonces la más aterradora experiencia. Nubes de grandes moscas aparecieron en pleno invierno, voces y presencias extrañas, paredes cubiertas de sustancias verdes gelatinosas, olores nauseabundos, fenómenos de levitación. Veintiocho días después la familia Lutz huyó despavorida, abandonando todo lo que tenía.


Jay Anson recogió el escalofriante relato de los Lutz y escribió esta historia al estilo de El exorcista, pero con una gran diferencia: esta vez no era ficción: son hechos ocurridos verdaderamente.


Más allá de la polémica sobre la autenticidad de los fenómenos psíquicos descriptos en Aquí vive el horror, y del éxito sensacional alcanzado por el libro, ésta es la descripción verídica de un hecho real e insólito.