Extraordinaria y monumental narración sobre todo ese cúmulo de experiencias luminosas que acontecen en la vida. Una novela deslumbrante, que nace como un afán quijotesco y como un desafío al lenguaje: capturar lo inaprensible. Esas «experiencias luminosas» a las que se refere Mario Levrero son como epifanías del espíritu que surgen de retazos autobiográfcos, para convertirse en refexiones universales: la muerte, el amor, la vejez, la poesía, la fcción… Todas son experiencias con una luz propia que la palabra no puede capturar, aunque valga la pena dar la vida por intentarlo.