A partir de la simple toma de conciencia de la desigualdad entre los hombres, Jean Jacques Rousseau (1712-1778) vislumbró con claridad que esta circustancia era el origen de todos los males de la sociedad humana.
Captó que esta deformación de la naturaleza igualitaria original se debía a la acción de algunos hombres, que habían introducido la idea de la propriedad en las colectividades humanas.
Las ideas de Rousseau eran claramente igualitarias y republicanas, y por tanto, democráticas y antimonárquicas.
Rousseau atribuyó a la sociedad toda la responsabilidad de la desigualdad, es decir, de la injusticia social. Entonces, la obligación ética de derrotar al mal implicaba el compromiso político de transformar a la sociedad.
Los más grandes pensadores y transformadores sociales, tanto contemporáneos como posteriores, se inspiraron el El contrato social; y las ideas de Roussseau alumbraron a quienes quisieron mejorar la situuación de los seres humanos.
Filosofia / Não-ficção